Recuerdo cuando el sasunaru era mi gran inspiración... este escrito en especial fue dedicado para MISAO nee-chan... Hace años que le perdí la pista...
No recordaba que nunca antes le hubiese costado tanto trabajo llegar a comer un buen tazón de ramen, por donde quiera que lo viera no sabía ni como empezar a saborearlo, quizás debía de ser por los nervios que le causaba que “Él” le hubiese invitado… pero… ¿Por qué precisamente ramen?
Un pequeño detalle para misao_alchemist que hoy esta de cumpleaños. Felicítenla!!
Realmente se preguntaba cuanto tiempo llevaba observando con detenimiento su humeante tazón de ramen. Por alguna extraña razón sentía que, según hacia memoria, esta era la primera vez en que pasaba por tanta decidía en lugar de degustar en un minuto su platillo favorito, si es que podía ser considerado como tal.
El Ichiraku, su restaurante favorito. El viejo y la nee-chan que siempre felices de la vida le atendían con una sonrisa y a quienes por esa misma razón venía conociendo desde hacía tiempo. Un buen calorcito invadía el ambiente gracias a las cantidades industriales que preparaban de ramen en distintos estilos… todo era lo mismo de siempre, de no ser porque… era extraño encontrarse ahí con él…
Todavía durativo tomo su par de palillos, los partió por el medio y casi con miedo echo un vistazo hacia su derecha, en donde su acompañante le observaba con el ceño fruncido… al parecer ya había notado lo tenso que se encontraba.
-¿Qué sucede, usuratonkachi…? ¿Desperdiciaras la comida?
Eso era lo que le preguntaba, pero ¿Qué decirle? Llevaban varios meses de pareja y esta era la primera vez que le invitaba a cenar en el Ichiraku… y considerando que el ramen no era precisamente del gusto del Uchiha… eso era extraño en toda la extensión de la palabra ¿Qué se traía entre manos ese teme?... Amablemente le había permitido a Sasuke escoger un sitio en el cual cenar juntos, luego de haber estado separados por varias misiones a las que habían sido enviados. ¡¿Cómo diablos podía perder una oportunidad como esa para comer otra cosa que no fueran esos fideos en caldo que él tanto adoraba?!
-¿Por qué…? ¿Por qué me has traído aquí dattebayo? –se atrevía Naruto a preguntar removiendo los palillos dentro del caldo del tazón.
Al parecer aquello le agarraba de sorpresa, y fue a terminar a seguir el ejemplo del Uzumaki jugando con la comida… aún con el entrecejo fruncido y un leve sonrojo en sus pálidas mejillas, dijo algo que seguramente no olvidaría Naruto por el resto de la noche y quizás ni en varios días…
-Porque quería aprovechar la oportunidad para traerte a un sitio que te agradara, usuratonkachi.
No dijo mas, ni siquiera había nada más que decir siquiera… lo único que Naruto reconocía en esos momentos era que nunca antes ninguna ración de ramen le había sabido tan deliciosa en su vida, además de nunca, ni siquiera con Iruka-sensei… se sintió mejor acompañado como ahora con esa persona que de reojo le sonreía de lado…
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