Esa Misao tenía un sentido del humor tan bonito~ La adoraba, pero desde inicios del 2013 le perdí la pista. Solo se que hasta entonces se hacía llamar DesireSyn...
COMETAS EN EL CIELO
“Soy como un cometa que te persigue por muy en picada que vayas…”
Un Sasuke molesto escapando de un Naruto que se pregunta si ha hecho algo para que el otro se enfadara y la manera en que puede hacer algo para enmendar cualquier error...
Para finalizar: Un maravilloso cielo estrellado y un festival de fuegos artificiales como unicos testigos de los sentimientos que inconcientemente se profesan estos dos.
“Soy como un cometa que te persigue por muy en picada que vayas…”
-¡Teme~! –exclamaba, con un furico grito a los cuatro vientos, el joven ninja número uno en sorprender a la gente de la aldea de la Hoja.
Llevaba corriendo detrás del Uchiha más de diez minutos, extrañamente el azabache no había hecho uso de sus técnicas ninja como para acelerar su velocidad, hasta parecía que se divertía viendo al kitsune corriendo y despotricando tontería y media en su contra. Otra cosa fuera de lo común era que el mismo Uzumaki tampoco hacia mucho esfuerzo por darle alcance, dejando entrever que se conformaba con simplemente no perder de vista la espalda de Sasuke.
-¡Seras teme! ¡¿Dime que es lo que te ha molestado dattebayo?!- cuestionaba Naruto con mucho trabajo en medio de la carrera…
.-.-.-.
Veamos, era momento de hacer un poco de memoria. Recordaba que habían quedado todos los ex-integrantes del antiguo equipo siete de verse en cierto festival que se suscitaba en la aldea… un festival de esos que siempre culminaban con un espectáculo de fuegos artificiales por la noche.
Curiosamente, el Uchiha había sido el primero con quien se encontró en medio de la multitud. Compraron ponche para pasar el tiempo mientras esperaban a los demás, después… ¡Claro! Ni como olvidarlo… ese baka se la pasó de lo lindo mofándose de su yukata naranja con espirales, por el que tanto se había estado esforzando en ahorrar para poder comprarlo.
.-.-.-.
-¡Deja de perseguirme, usuratonkachi!- era la “orden” del azabache ya cuando corrían por un sitio con menos gente.
.-.-.-.
Sino mal recordaba, luego de que se toparan con Hinata y esta comenzase a comportarse tan extraño como de costumbre cuando se encontraba en su presencia, incluso al tropezar con el Uzumaki, éste terminó derramando su ponche en la hermosa vestimenta de la albina. No supo ni como disculparse, y al intentar limpiar sus ropas aún tenia en mente que la Hyuuga había enrojecido en sobremanera… ¡Diablos! Debía de estar furiosa… pasaba y pasaba su pañuelo, que saco de su propio yukata naranja, por encima de las ropas de Hinata sin lograr arreglar el desperfecto; a la manera de ver del rubio, debía de estar tan enfadada que por esa razón echo a correr de forma que la perdió de vista casi al instante…
.-.-.-.
-¡Sasuke!- continuaba llamándole, a pesar que sabía de sobra que el aludido jamás se daría la vuelta. Hacia ya un rato que habían dejado atrás la parte civilizada de la aldea.
.-.-.-.
Una vez pasado el “accidente” del ponche con Hinata, se volvió algo preocupado para encontrarse, seguramente, con una sonrisa burlona por parte de su acompañante en primera instancia. Extrañamente… una vez que se dio vuelta se topo con un Sasuke sumamente mosqueado, quien, como hacia nada hiciera la compañera de Kiba y Shino, echo a correr dejando atrás a Naruto… parecía ¿molesto?
Una cosa había llevado a la otra terminando así: Con un Sasuke enfadado escapando de un Naruto que no entendía el porque de su enfado. Quizás le había molestado ir acompañado de alguien tan torpe, después de todo, así era como siempre lo llamaba; como fuese que fuera, eso le hacia tener una duda más… ¿Por qué no en lugar de ofenderse por culpa del Uchiha… continuaba persiguiéndole con el único pensamiento de poder enmendar el error que hubiese podido cometer?
Al fin, una sonrisa zorruna pudo dibujarse en sus labios al recordar, que en cosa de nada, por el camino que llevaban pronto un enorme acantilado le detendría la carrera, cuando menos al azabache. Nuevamente las dudas comenzaban a invadir su mente, estaba seguro de que ese teme conocía la existencia de ese “obstáculo”, entonces… ¿para que había tomado ese camino a sabiendas de que sería alcanzado?
-Tenias toda la intención de que te terminara atrapando, ¿cierto?- pregunto una vez que su “presa” se detuvo al borde del acantilado. Veía el cielo estrellado.
Naruto optó por recostarse sobre el césped, a un lado de donde el Uchiha se encontraba… éste ni caso hizo de su presencia.
-Vaya que me canse´ttebayo… no entiendo porque tu molestia, lo entendería de Hinata que…
-¡Cállate de una vez, usuratonkachi! – desde que Naruto comenzara a parlotear, el azabache no había dado ni muestra de vida sino hasta ahora – tu nunca entiendes nada, dobe- luego de dar un largo suspiro que incluso le relajo un poco, se sentó a la derecha de donde el Uzumaki yacía acostado, a penas con los brazos debajo de su nuca para mantener un poco mas arriba su cabeza, pero eso si… con la mirada perpleja por la reprenda dada por su amigo.
-Pues no, nunca entiendo nada, pero por sobretodo no te entiendo a ti… solo deseaba alcanzarte y punto- refunfuñaba ahora el rubio ofendido, desviando su mirada hacia una vista perfecta de la aldea que se les ofrecía desde la orilla a ese abismo, descontando el estrellado cielo que dejaba caer una que otra estrella a la tierra – ni siquiera estoy seguro de porque siempre termino persiguiéndote…
-Sería bueno que te fueras aclarando de una buena vez, dobe…
-¿Sabes, teme?- hablaba Naruto mientras cerraba los parpados para descansar- creo que soy como los cometas que se están cayendo dattebayo- diciendo esto volvió a abrir los ojos, dejando a relucir en ellos el reflejo de una de las tantas cometas fugaces que ahora mismo surcaban el nocturno firmamento.
-No insultes a los pobres cometas comparándolos contigo, usuratonkachi- decía con sorna el Uchiha preparándose para la segura colleja que le intentaría estampar el kitsune, pero… dicha agresión nunca llego…
-Aún cuando tú vayas en picada, yo voy tras de ti… así como se estrellan en tierra o siguen en el cielo… al igual que ellos yo continuo siguiendo la ruta que tú me dejas marcada…
Lo admitía, no deseaba joder la situación, al parecer era la primera vez que escuchaba a Naruto sincerarse de esa manera sin siquiera hacer por poner morritos con sus “insultos”. Y aquél comentario que a cualquiera le haría pensar que estaría con él para siempre, que al fin había encontrado a alguien con quien ahogar la soledad mutua de tantos años…
-No te quiebres tanto la cabeza con esas cosas, dobe- recomendaba terminando de recostarse sobre el césped al lado del Uzumaki para luego revolverle sus rubios cabellos de manera raramente cariñosa, cosa impropia en el azabache.
-¡Waaaa! ¡baka, no te me pegues tanto dattebayo!- exclamaba el ojiazul un tanto encolerizado y abochornado por ese arrebato, luego de que su espacio personal fuese completamente invadido por un posesivo y repentino abrazo por parte del otro.
-¿No dijiste que siempre me seguirías, usuratonkachi? – preguntaba Sasuke sin tapujos, enterrando su cabeza a un costado de Naruto, todavía sin soltarlo- ahora sígueme el juego…
-No me gusta como transformas mis palabras a tu conveniencia dattebayo- suspiraba- comienzo a creer que eres un pervertido, teme- completó el Uzumaki dándose por vencido una vez que vio como su compañero cerraba sus ojos.
A ciencia cierta no estaba seguro de que estuviese tratando de dormir precisamente, pero el por su parte… no se daría el lujo de perderse el espectáculo de fuegos artificiales que ya daba comienzo… no ahora que podía disfrutarlo con una de las mejores compañías, aunque le costase aceptarlo.